Los aullidos no han desaparecido
Parece que cuando un libro es antiguo tiene que ser aburrido. Al menos así lo piensa la mayoría de la gente. Pero ¡ay lo engañados que están! Hablemos de El Perro de los Baskerville, escrito por Sir Arthur Conan Doyle nada más y nada menos que en 1902.
La historia se desarrolla en el Londres de aquella época, con Sherlock Holmes y el doctor Watson como protagonistas principales. Sir Charles Baskerville ha sido hallado muerto en un sendero del páramo de Devonshire. El doctor Mortimer, íntimo amigo de Sir Charles, acude a Londres a pedir ayuda a Sherlock Holmes para resolver el caso, en el cual todas las pistas apuntan al terrorífico perro del que se habla en la maldición de la familia Baskerville. Sir Henry, el único heredero de toda la fortuna, viene de los Estados Unidos y Mortimer teme por su vida. Sherlock Holmes tratará de resolver el caso tan interesante que se le presenta con la ayuda del doctor Watson, fiel acompañante del detective.
Las novelas de Sherlock Holmes siempre son muy buenas, pero ésta es de las que más me ha gustado. Quizás es por el simple hecho de que existe mayor tensión e incluso miedo que en los anteriores. Deseas resolver el caso junto al protagonista porque, al igual que el resto de personajes, no entiendes nada de lo que está ocurriendo. Es una lectura adictiva, de esas que hacen que te den las tantas de la madrugada leyendo. Lo mejor (o lo peor) es que decides acabar un capítulo para dejarlo, pero el final de los mismos te deja con intriga y tienes que luchar por no seguir tu lectura.
No os dejéis engañar porque sea un libro antiguo, porque seguramente vuestros abuelos lo han leído y que por ello no es bueno. Al contrario. El Perro de los Baskerville es mucho mejor incluso que muchas novelas de misterio actuales. Y es que las novelas de Sherlock Holmes siempre serán las mejores historias de este género. El resto no le llega ni a la suela de los zapatos.
El perro de los Baskerville, de Sir Arthur Conan Doyle. Ediciones Rueda J.M, 2002. Tapa blanda, 167 págs.
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