La damisela guerrera
Muchas han sido a lo largo de la historia las novelas que nos relatan cómo el príncipe -siempre tan valiente- rescata a una desamparada y bella damisela en apuros para ganarse su amor y demostrar que es digno del mismo. Todos hemos leído -o nos han contado- algunas de estas historias
Mi mención hacia este tipo de novelas no es casual, y la razón por la cual la realicé tiene nombre y autora: Donde los Árboles Cantan, de Laura Gallego García. Esta obra narra la vida de Viana, una joven damisela que sueña día y noche con casarse y vivir para siempre con Robian, su apuesto prometido. En un principio, la vida de Viana se desarrolla pacíficamente en Rocagrís, las tierras de su padre. Ella vive sumida en los preparativos de la boda, hasta que una noche llega al Reino un aviso urgente: los bárbaros han cruzado las montañas y avanzan imparables hacia la conquista del mismo. Este hecho provoca una serie de desdichas continuas que hacen que la vida de Viana pase de ser un sueño a una lucha diaria por sobrevivir.
Esta obra rompe completamente con el estereotipo de las damiselas y los príncipes, se produce un cambio de papeles que, en un comienzo, podía parecer incluso imposible. El desarrollo de los acontecimientos se produce de una forma frenética, con momentos de auténtica tensión, y esta es transmitida al lector brillantemente. Además encontramos repartida aventura, fantasía y amor a partes iguales, sobre todo con la aparición de un personaje muy especial, Uri. Él engloba en si mismo esos tres aspectos principales, y su llegada a la historia le da otro vuelco que cambia de nuevo su tránsito, haciéndolo aún más inesperado.
La joven Viana, protagonista de esta historia, nos puede recordar mucho a personajes de otras novelas de Laura Gallego, como Dana -protagonista de Crónicas de la Torre- o Cat -protagonista de Dos velas para el diablo-, que también sufrían duros reveses en sus vidas y luchaban por recobrar la normalidad de las mismas. Simultáneamente se desarrollaban sus historias de amor, muy parecidas a su vez con la de Viana. Destaca además que las tres son personajes de mucho carácter, algo siempre muy característico de los personajes de la autora.
En cuanto al estilo narrativo, el narrador es la propia protagonista. Podemos conocer sus pensamientos, sus sentimientos más ocultos y todas las acciones que ella realiza, pero el lector se entera del resto de hechos que se suceden en el Reino a la vez que el narrador, creando aún más empatía con su personaje.
Por otra parte, el contexto en el que se desarrolla Donde los Árboles Cantan resulta muy parecido al de Crónicas de la Torre o Alas de Fuego. Es decir, coincide casi plenamente en contexto con sus mejores novelas. Y es que Laura Gallego es especialista en envolver sus obras en ese ambiente medieval - fantástico que tanto le gusta utilizar. Será esa utilización del contexto lo que convierte también Donde los Árboles Cantan en otra de sus mejores obras, merecedora de mención especial por ser libro único, pues las nombradas anteriormente son sagas o crónicas.
Finalmente, destaca que se trata de una novela que engancha al lector desde el primer momento, aunque no sea lector habitual de Laura Gallego. La narración es realizada de una forma francamente buena que hace que su lectura sea llevadera y entretenida en todo momento. Se trata, sin duda, de una de sus mejores novelas, en la que el apuesto caballero es rescatado por la damisela guerrera.
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