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Lágrimas de luz

Favorita indiscutible de la ciencia ficción española, la novela Lágrimas de Luz, cuenta con varias ediciones que nos incita a pensar que es una gran obra que merece ser leída. En una tradición carente de especuladores futuristas, Rafael Marín llevó la ciencia ficción a España con esta obra, en la que nos envuelve en dos mundos totalmente contrapuestos (medievo y futuro, mester de juglaría y viajes estelares, circo y teatro y cyborgs...) y, a su vez, tan bien entrelazados el uno con el otro que no albergamos dudas sobre la gran maestría y la genial creatividad que el autor plasma en su prosa casi poética.

Con tan solo 22 años, en 1984, y con una visión increíblemente clara sobre el futuro, cuestiones políticas y libertades; acerca de un porvenir destructivo donde la expansión terrestre, la conquista y subyugación de otros mundos es lo primordial, este gran autor de nuestro tiempo nos cuenta las aventuras y desgracias de un joven poeta llamado Hamlet. Este lucha por hacerse un hueco en las naves de asalto de la devastadora Corporación y cantar las gestas propagandísticas, queriendo que sus poemas sobre héroes y victorias viajen a la velocidad de la luz por todos los confines del espacio. A través de los ojos del protagonista reflexionamos sobre cómo los seres humanos somos realmente una ínfima partícula dentro de un tablero infinito subrayando el complejo de la humanidad: no ser nada más que una pieza sin valor, pequeño ante tal majestuosidad.


Ésta es tan solo la salida de una carrera literaria que durante años ha sido valorada con diferentes reconocimientos, como los premios UPC, Ignotus, Pablo Rido, Castillo-Puche y Albacete de Novela Negra.


Lágrimas de Luz está repleto de puntadas líricas, haciendo claras alusiones a “viejos” escritos y autores casi “olvidados”. Marca una clara diferencia en la ciencia ficción, con atisbos de un escondido Asimov y poemarios medievales. La originalidad es la clave de esta novela.


Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. A edad tan temprana y sin experiencia, se puede averiguar que Lágrimas de Luz es su primera novela por diversas razones. La primera de ellas es la carencia evolutiva de los personajes; la segunda, el recurso de la aventura y la acción por la falta de conexión lineal entre las diversas tramas temporales que abarca el texto.


Aún así, es loable cómo un novel escritor con ambiciones haya podido alcanzar su objetivo en su obra inicial: atrapar al lector desde el comienzo con bellos pasajes y hermosas ideas paisajísticas que envuelve al público, y nos hace creer que verdaderamente estás librando una guerra allí arriba, en el espacio sideral.

 

Lágrimas de luz, de Rafael Marín.

Gigamesh, 2008. Tapa blanda, 432 págs.

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